viernes, 15 de mayo de 2009

Antonio vega


Antonio Vega nunca fue demasiado santo de mi devoción. Nacha pop me gustaba, pero no tanto como otros grupos de aquella época. Luego en solitario siempre me pareció bueno, con algunas canciones muy bonitas pero demasiado depresivo.


Una amiga a la que tambien le gusta mucho revolverse en su propias depresiones (y seguramente algo tendra que ver con que siempre le gusto mucho Antonio), me comento que había tenido unas depresiones terribles a raíz de la muerte de su pareja o similares.

Hace un par de años vi un videoclip en el que Antonio cantaba una canción con Amaral. Se me cayó el alma a los pies. Sabia que siempre había sido un heroinómano, pero aquello era increíble. Parecía el yonki más desahuciado que has visto nunca. Poco después resulta que nacha pop trataba de volver. Ridículo revival cuando Vega no podía estar mas lejos de sus temas de los 80… Solo se podía entender realmente por la necesidad de dinero. Se comentaba que Antonio estaba arruinado, que había vendido hasta sus guitarras.


Poco después venia a tocar a Vigo a un local pequeño (“el ensanche”) donde traen buena música de vez en cuando. Algunos amigos fueron, y me contaron que el espectáculo fue lo más deprimente que han visto. Antonio parecía un fantasma, vagaba por el escenario y era incapaz de cantar medianamente decente y al final creo que Ivan Ferreiro o algún otro músico vigues que andaba por allí para hacer un dueto acabo el concierto por el…

Yo siempre he defendido la libertad de la gente para drogarse hacer lo que le parezca con su vida, pero no por eso deja de ser triste cuando la gente se droga hasta matarse.


En este caso parece que ya lo había logrado muchos meses antes del desenlace final…


Descanse en paz Antonio vega

1 comentario:

Albert Tortajada dijo...

Un yonki no deja de ser un experimentador que no sabe volver atrás.
Antonio Vega quiso volar demasiado cerca del sol y se abrasó.
Un yonki es una pena, que quieres.